Crónica de
Javier García Marichal.
Este año la hicimos en modalidad de equipo con mis hermanos de
la montaña. Teníamos mucha ilusión por afrontarlas juntos y medir nuestras
fuerzas y disfrutarlas después de tantos meses de entrenos. La meteo en los
días previos cada vez pintaba peor y al final se conjuró la tormenta perfecta
que condicionó sustancialmente toda la prueba. En previsión de lo que pudiera
pasar (la montaña es siempre imprevisible) salimos bien pertrechados a ritmo de “eco” para
reducir al máximo el desgaste, pero ya desde benamahoma la temperatura cayó en
picado y empezó la lluvia que se convertiría en nuestra compañera inseparable
durante más de 30 horas salvo en algunos momentos que se transformó en nieve.
Pese a haber rodado infinidad de veces por el territorio bandolero nunca
habíamos tenido juntas tanta agua, frio y nieve. Cierto que en 2013 llovió más
pero eran 46 Km. Menos y sobre todo no hizo tanto frio.
Cada avituallamiento suponía una tentación difícil de resistir
pero afortunadamente nuestro compromiso en no defraudar al equipo era
inquebrantable y aguantamos estoicamente mientras iban abandonando a medida que
avanzaba la noche hasta el 75% de los valientes que habían salido a las 6 de la
tarde en Prado del Rey.
En Villaluenga nos dijeron que el resto de equipos habían abandonado
y que “solo” teníamos que terminar para conseguir el triunfo. Consciente de
ello decidimos bajar el ritmo y no arriesgar. Y como habíamos pasado tanto frio
y había mochila salimos con más capas que una cebolla. Llevábamos 120
Kilómetros en las piernas y aún quedaba un buen trecho. Atrás quedaban los
Llanos de Libar rebautizados como lagunas, veredas convertidas en improvisadas
cascadas y delante barro y piedra para dar y regalar. En benamahoma a 16 Km. de
meta nos enteramos que aún quedaba otro equipo y que venían detrás que muy
detrás pero antes la duda apretamos de nuevo entrando finalmente en 32 horas.
Después nos enteramos que a más de 3 horas por delante de los segundos.
No negaré la alegría de haber ganado pero aún más importante
es haber compartido la experiencia con
mis hermanos. Si hubiera corrido individual podría fácilmente haber
ingresado ese 75% de abandonos, las condiciones fueron muy duras pero juntos
éramos más que cuatro corredores éramos un EQUIPO.
Esta vez fue Rega el que nos dio una lección de resistencia y
entereza aguantando hasta el final pese a tener una inflación en el pie que
daba miedo de lejos.
Una vez más me siento muy orgulloso de teneros como amigos y
compañeros en esta “bendita locura”. Ha sido una experiencia inolvidable que
con el tiempo saborearemos aún más.
No puedo olvidarme de nuestras familias, de esas “sufridoras
de la montaña” que tanto nos ayudan y que en Villaluenga nos dieron vida y
aliento. Bravo Manuel Alonso que hace solo unos días estaba hospitalizado y no
faltó a la cita y ya van seis.., que grande Manolo. Echamos de menos a nuestro
hermano Jaime, muy gorda es la lesión que le ha impedido estar con nosotros.
En cuanto a la organización, enhorabuena una vez más a Miguel
Ángel Pozo Morales y todos sus compañeros tritones. Gracias por vuestra
hospitalidad y brindarnos la oportunidad de un año más esta aventura. Hoy más
que nunca, salud y montaña para todos/as.
Crónica de Rega.
Nunca imaginé que las
condiciones meteorológicas se pusieran tan en contra de la prueba pero así es
la montaña y lo que nos tocó vivir a partir de la salida frio, viento, lluvia,
granizo, nieve, ríos crecidos y no barro a reventar. Caí al suelo más de diez veces,
jugué mucho con mi mente, el abandonar me entraba y salía de la cabeza, a cada
avituallamiento que llegábamos había mucha gente retirándose, pero nuestro
espíritu de equipo nos hacía tirar hasta acabar y terminar la prueba quedando
campeones por equipo. Ha sido el reto más duro con vivido con mis hermanos de
la montaña a lo que quiero y estoy contentísimo de haber superado este gran retro con ellos Álvaro Soto, Javier García Marichal y Pedro José Valero. Un abrazo
Hermanos
Crónica
de Cristina.
Buena Bandolerita para no olvidar. Un día muy chungo de agua y
viento comenzaba la prueba con mis compis Ángel Gómez Juan Villalpando, la cosa
se ponía cada vez más fea. Aparecen bajadas de vértigo con mucho fango y ríos,
subidas interminables paso a paso conseguimos llegar al Boyar y así poco a poco
nos comíamos los Kilómetros encontrando gente genial.
Una experiencia brutal que ahora mismo la verdad no sé cómo he sido capaz de hacer pero imagino gracias a
la gente maravillosa que te encuentras en esa prueba.
Uno de los ultra Trail
más importantes de Andalucía y a nivel nacional, discurre por toda la serranía
de Cádiz y Málaga y ofrece dos distancia, una de 100 millas (166 km) y otra de
87 km con salidas ambas en Prado del Rey (Cádiz).
Nuestro club estuvo representado en todas las categorías .
Bandolerita: María Torres, Cristina Cadenas, Juan Villalpando, Antonio Armario, Ángeles Vidal, Ángel Gómez.
Bandoleros: Antonio Almenara, José Martín Cuenca.
Equipo: José Antonio regadera, Javier García Marichal, Álvaro Soto y Pedro Valero.
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