Partimos del aparcamiento que hay en la plaza del Ingenio de Frigiliana, bajaremos al río Higuerón aguas arriba hasta una gran balsa de agua, conocida como alberca del Batán.
Nada más pasar la
alberca, a la derecha, anunciada por un cartel que indica “Fuente d Esparto”,
comienza el sendero que cruza la sierra de Enmedio, conocida como senda de
Frigiliana al río Chillar.
Toca ahora subir por el sendero mencionado, por un tramo bastante pendiente hasta llegar a un collado donde obtendremos vistas formidables del valle del Chillar y de la costa y población de Nerja. Hay que superar un desnivel de casi 200 metros pero al hacerlo por la ladera norte, más umbría y fresca, se hace bastante llevadero
Justo en el collado se desvía hacia el sur la senda de la cuesta del Sordo. Nosotros continuamos en dirección noreste buscando el valle del Chillar, que queda a tres kilómetros. Este tramo es ya más suave, pero presenta el inconveniente de que discurre por la ladera de solana, mucho más cálida. Hay que superar dos collados de 462 metros y 522 metros respectivamente, entre los que se sitúan los barrancos Ancho y del Espejo. Finalmente un pronunciado descenso nos llevará hasta el mismo cauce del Chillar.
El resto del recorrido consiste en seguir el cauce del Chillar, aguas abajo, hasta las cercanías de la población de Nerja.
En principio se puede caminar bien por la orilla de la margen
izquierda, o bien por la senda acuática de su cauce hasta dar con una pequeña
poza en la que cae todo el caudal del río formando una cascada, y donde se
puede tomar un baño. El río desciende en dirección Sureste y cambia claramente
a dirección Suroeste en el punto que se une a nuestra izquierda un barranco que
cae desde la cuesta de los Galgos. Los grandes pedruscos del río nos obligan a
dejar el cauce por nuestra izquierda, para volver del nuevo al mismo unos
metros más adelante.
El encajonamiento del río discurre entre una vegetación exuberante, casi selvática, que coloniza el poco terreno llano, sin agua, existente entre la corriente y los empinadísimos, casi verticales, taludes. El agua es aquí la única alternativa de paso y por esa inusual senda continuamos entre sauces de hoja ancha y estrecha, higuerillas que crecen buscando la luz
Estas gargantas estrechas reciben en la Axarquía el nombre de cahorros. La apertura por donde se cuela el río, más que garganta es una grieta en la roca, pues en muchos lugares no tiene más de dos metros de anchura mientras que de altura puede tener 15 o 20. En este tramo está uno de los principales encantos de la ruta.
Poco después de la central llegamos a una blanca cantera.
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