Modalidad:
Circular-Lineal
Distancia: 6.1 Km.
Dificultad:
Baja
Duración: 3
horas (con paradas)
De
interés: Muralla romana, Cisterna de acumulación”Caput Aquae”,
cisternas o pilas de decantación “Piscinae Limariae”, cisterna terminal
Nos
dirigimos a La
Perdiz ,
barriada rural de Arcos de la
Frontera asentada entre la Sierra de Aznar y el embalse del Guadalcacín. Una
vez allí dejamos los coches en un aparcamiento habilitado para autobuses antes
de salir de La Perdiz. El
centro de interpretación de la
Ciudad Romana de Sierra de Aznar posee un pequeño
aparcamiento para turismo que al encontrarse en estado de abandono está
cerrado. Lo más conveniente es dejar el coche en la zona de aparcamiento para
autobuses.
El interés en visitar esta antigua ciudad ibero-romana radica
en una construcción típica romana de nombre Castellum Aquae (Castillo de Agua)
que permanece oculta por la vegetación y que posee como mayores atractivos una
gran cisterna de época romana que podía albergar 2 millones de litro de agua
así como la monuntalidad de las cisternas de decantación que se encuentra a los
pies de la Sierra
de Aznar con el embalse de Guadalcacín de fondo de pantalla.
La visita es relativamente corta dependiendo del número de
parada que deseemos realizar. Con un promedio de unas 3 horas es suficiente
para visitar, fotografiar y disfrutar del yacimiento. Aunque en un primer
tramo existe algo de pendiente la ruta es accesible para los más peques de la
casa.
El acceso al yacimiento un poco más a la izquierda donde
comienza el camino enlosado y por un sitio sin valla y cancelas de color azul
que deberemos dejar cerrada cada vez que la crucemos.
De este modo iniciamos nuestro camino por el camino enlosado
no sin quitarle el ojo de encima a la cabaña de vacas retintas que pastan
junto a la calzada. El sendero enlosado está prácticamente en buenas
condiciones a excepción de un punto donde un árbol ha caído sobre la misma y
que nos obliga a caminar por las veredas creadas por las vacas. No obstante
llegado a este árbol nos vamos a desviar a la izquierda obviando la calzada
enlosado que acaba un poco más arriba. Con este pequeño desvío trataremos de
entrar en la ciudad por la que se supone que fue una de las puertas al recinto
amurallado. No obstante, ya por el camino enlosado y antes de toparnos con el
árbol caído, a nuestra derecha veremos los primeros restos de muralla.
La muralla de la ciudad romana de Sierra Aznar se encuentra
desperdigada por toda la sierra. Encontraremos tramos más o menos largo y alto.
Sobre el terreno muy posiblemente en la época de la puesta en valor del
yacimiento colocaron una serie de piedras en dos fila a modo de senda. Con una
de ella nos toparemos que nos llevará hasta el perímetro del vallado.
Una vez aquí veremos una señal de color azul que nos indica
que avancemos a la izquierda. No obstante es recomendable realizar una pequeña
pausa para contemplar una cisterna de pequeñas dimensiones junto a la muralla.
Siguiendo las indicaciones de la flecha llegamos a la cisterna
de Acumulación “Caput Aquae” o también llamado Baño de la Reina. Es sin duda junto
a la cisterna de decantación que veremos en la segunda parte del recorrido lo
más impresionante. Y es que, el yacimiento de Sierra de Aznar destaca por su
vinculación con el agua, de ahí su Castellum Aquae de proporciones muy
destacadas en comparación con las necesidades reales que debió tener la
población. La impresionante cisterna de Acumulación o Captación con capacidad
para 2 millones de litro de agua y la propia organización y dimensione de todo
el complejo del Castellum Aquae hacen pensar que la ciudad debió de tener una
conexión con el acueducto del Tempul para llevar agua a Gades (Cádiz). Merece
la pena recorrer en la medida de lo posible y con mucha precaución los bordes
de esta gran cisterna romana excavada en piedra y que se encargaba de recoger
toda el agua de los arroyos y manantiales de la sierra para a continuación
transvasarla desde este punto a las Piscinae Limariae o también conocidos
por cisternas o piletas de decantación.
Si seguimos cresteando la sierra por la derecha llegaremos a
la zona norte de la sierra donde según varios autores se ha identificado con
una necrópolis es destacable comentar las panorámicas de la Sierra de Grazalema con la Sierra de la
Silla en un primer plano y la Sierra del Pinar
de segundo.
Empezamos a bajar la
Sierra de Aznar en búsqueda de las Piscinae Limariae, las
depuradoras de la época romana. Es junto al Caput Aquae, la estructura en pie
más impresionante del yacimiento. El agua que llegaba a las Piscinae Limariae
provenía del Caput Aquae para ser depurada para a continuación transvasarla a
la última de la cisterna: la Cisterna Terminal del Castellum Aquae.
Un conjunto de varias piletas conforman el Piscinae Limariae.
Ninguna conserva la estructura abovedada en piedra en las dos primeras se puede
observar la primera línea de piedras orientada para formar la bóveda. Hoy día,
las cisternas permanecen a cielo abierto y dos de ellas presentan agua Las
cisternas estaban comunicada una con otra Cuando una rebosa el agua limpia
pasaba a la siguiente, y así sucesivamente.
Una vez que el agua era tratado por decantación seguía su
curso descendente a otra piscina un poco más abajo: cisterna terminal. Aquí se
almacenaba y se distribuía a la población mediante canales de agua.
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